lunes, 24 de mayo de 2010

Tierras colectivas, montaña central




Por fín el tiempo nos dio tregua, y con algo de retraso y por tanto amontonamiento, nos pusimos a trabajar las tierras que nos esperaban. Llevamos unos dias intensos con el trabajo del campo, había que sallar las patatas, sembrar las fabas de mata baja y el maiz con las fabas de mata alta. Fueron tres dias de trabajo en total, y aunque el sallado no fue completo, el patatal tiene otra pinta muy diferente, pues tras las constantes lluvias las malas hierbas habían proliferado hasta casi tapar nuestras preciadas plantas.
La tierra de Riosa parece un inmenso desierto cálido, y así fue el día en el que trabajamos allí, abrasador.

Ahora el verano nos espera con trabajo de salla y cosecha, espantado de cuervos, y mucho sombrero de paja. Ya tenemos el maiz en el molino, moliendo poco a poco a ritmo de rueda de agua, y también sembrado en la tierra. El pan, (la escanda) está precioso salpicado de fabas prietas floridas y arbeyos de llanos por los bordes, lamento no haber sacado alguna foto. Y nuestras esperanzas, como siempre, de gran cosecha, mejor que la del año pasado! A ver si es verdad.
Yo daría algo por ver alguna foto de las tierras del grupo de Bimenes, vosotros no?
Besos calurosos y sudados, pero con baños de río y buenas comidas. Hasta prontito!

No hay comentarios:

Publicar un comentario