Una nueva primavera comienza para el grupo de tierras colectivas de la zona central (Lena, Riosa, Morcín, Ribera). Este año la escanda la tuvimos que poner a mano, pero a cambio podéis ver en la foto al pequeño Taranus que nos ayudó con las patatas. Es un asturcón de tres años y era la primera vez que se le enganchaba un arado, por lo que hubo que dar varias pasadas de entrenamiento y el trabajo fue mucho más lento de lo que imaginábamos con un caballo. Al final, tres horas nos llevó sembrar toda la tierra, pero la comida, abundante y buena, como siempre, nos esperaba después. Espichamos la sidra, matamos un pollo, ordeñamos una cabra...en fín, un día muy completo y con importante presencia animal, hasta se pelearon los perros! Comimos, bebimos, y como cada vez que nos reunimos, disfrutamos juntas de la vida del campo y aprendimos un montón de cosas nuevas. Avanzamos este año ya disfrutando las cosechas del año pasado, lo que nos motiva y sobre todo, nos alimenta tanto fisica como animicamente. No hay mejor regalo que la comida de casa después de trabajar para la comida del año que viene. Tenemos maiz, patatas, escanda y fabas de muchos tipos. Unas cosas se dieron mejor que otras, como era de esperar, y este año pasará lo mismo, porque el campo es así, la tierra te regala cada año nuevas sorpresas, nada que esperemos, mucho más de lo que esperamos. En fín, grandes ocasiones son las jornadas de trabajo en las tierras colectivas. A ver si el grupo de Bimenes, Nava, Infiesto...se anima a colgar alguna foto de sus tierras de este año, para darnos envidia.
Feliz primavera!
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